CARTERA POR COBRAR

Una "cartera por cobrar" es una cuenta que registra las deudas pendientes que una empresa tiene con sus clientes o terceros. Esta cuenta representa el dinero que se espera recibir en el futuro debido a ventas a crédito, préstamos otorgados o cualquier otra transacción en la que se haya extendido un plazo para el pago.

CARACTERISTICAS:

DEUDA PENDIENTE:

La cartera por cobrar refleja los montos pendientes que los clientes deben a la empresa. Estos montos son el resultado de ventas a crédito u otros acuerdos en los que se ha permitido a los clientes pagar en un momento posterior.

DIVERSIFICACIÓN:

La cartera por cobrar puede incluir una variedad de clientes y montos, lo que puede proporcionar diversificación en los ingresos de la empresa.


PLAZOS DE PAGO:

Puede haber diferentes plazos de pago en la cartera, lo que significa que algunos clientes pueden tener vencimientos a corto plazo, mientras que otros pueden tener plazos más largos.

RIESGO CREDITICIO:

La empresa asume un cierto nivel de riesgo crediticio al extender crédito a sus clientes. Es importante evaluar y gestionar este riesgo adecuadamente para evitar pérdidas significativas.

BENEFICIOS:

GENERACIÓN DE INGRESOS

La cartera por cobrar representa una fuente de ingresos para la empresa, ya que los pagos futuros de los clientes aumentarán los flujos de efectivo.

FIDELIZACIÓN DE CLIENTES

Ofrecer plazos de pago atractivos puede ayudar a retener a los clientes existentes y atraer a nuevos clientes, lo que puede impulsar las ventas a largo plazo.

FLEXIBILIDAD FINANCIERA

La cartera por cobrar permite a la empresa administrar su flujo de efectivo de manera más flexible al recibir pagos en diferentes momentos.

INFORMACIÓN FINANCIERA

La cartera por cobrar es una parte importante de los estados financieros de una empresa y proporciona información clave sobre su salud financiera y su capacidad para generar efectivo.

Para tener en cuenta

Es importante tener en cuenta que la gestión efectiva de la cartera por cobrar es esencial para evitar problemas de liquidez y minimizar el riesgo de incumplimientos por parte de los clientes. Esto implica establecer políticas de crédito sólidas, realizar un seguimiento constante de las cuentas por cobrar y tomar medidas adecuadas para recuperar los pagos atrasados. También es fundamental considerar el riesgo crediticio y diversificar la cartera para reducir la exposición a un solo cliente o sector.